El Llamador de Onda Cero de Valladolid vuelve sonar desde hoy Miércoles de Ceniza en el 105.2 FM. El espacio dedicado a la actualidad e información de Semana Santa de la capital y provincia inicia su temporada número 16 en la radio vallisoletana para difundir todo lo que acontece en el mundo cofrade en esta Cuaresma y la inminente Semana Santa.
Onda Cero Radio en Valladolid consolida de este modo su apuesta por difundir y divulgar las tradiciones más arraigadas de esta tierra que, en esta época del año, cobra especial importancia la Semana Santa por sus valores y atractivo patrimonial, religioso, social e incluso económico. Y este múltiple impacto en la sociedad vallisoletana es del que hablamos de lunes a viernes, en torno a las 13.30 horas, en el espacio de El Llamador dentro del programa Más de Uno dirigido y presentado por Raúl Rodríguez.
El periodista especializado en esta materia, Luis Amo, se vuelve a poner al frente del espacio de Semana Santa que todos los días ahondará en la realidad cofrade: desde conocer los actos religiosos y culturales que organizarán durante los próximos días hasta otras peculiaridades y convocatorias institucionales que nos llevarán a hablar del tejido productivo como el artesano y escultórico, hotelero y hostelero y el propio ámbito de la religiosidad popular de la Diócesis de Valladolid.
Precisamente el arzobispo Luis Argüello estrena hoy la temporada de El Llamador donde en una amplia entrevista concedida a Onda Cero Radio repasa la actualidad cofrade, la relación de las cofradías con la ciudad, el papel de los jóvenes cofrades y la llegada de una nueva directiva a la Junta de Cofradías de Semana Santa de Valladolid. En este encuentro también explicará su intención de colaborar con las hermandades vallisoletanas para redactar entre todos un libro de estilo de cómo procesionar y de cómo dar un verdadero sentido a sus actos en la calle.
El objetivo del espacio radiofónico es llegar a todos los públicos, cofrades y no cofrades, pero todos interesados en vivir y participar de esta tradición que en el caso de Valladolid cuenta con la declaración de Interés Turístico Internacional desde hace más de cuatro décadas pero que también suma esta distinción en Medina de Rioseco y Medina del Campo.